Cuatro trucos bajo la manga para conseguir una ropa brillante

Lavar la ropa es una acción cotidiana que la mayoría de las veces realizamos sin pensar demasiado, casi como si estuviéramos en piloto automático. Sacamos la ropa a lavar, abrimos la puerta de la lavadora, la metemos dentro de forma más o menos ordenada, cerramos, luego detergente, suavizante y listo, nos ponemos a lavar. Rápido y sencillo, ¿verdad? Pero ojo: lavar la ropa de la manera correcta no es tan obvio, existen trucos del oficio para hacerlo no sólo bien, sino también de la forma más sostenible posible, respetando siempre tu ropa y manteniéndola perfecta en el tiempo.
Así que no nos andemos con rodeos: aquí tienes algunos consejos prácticos sobre cómo lavar la ropa perfecta.

Elige el detergente más adecuado para tu ropa

Empecemos por lo básico: cuando nos encontramos frente al cesto de la ropa sucia, es importante entender qué tipo de ropa lavaremos y, en consecuencia, cuál es el mejor detergente para higienizarla y, al mismo tiempo, proteger su ajuste y forma.
Por ejemplo, para prendas delicadas se necesita un detergente que no sólo lave, sino que también mantenga su elasticidad y portabilidad. Nuestra Lencería y Seda tiene pH neutro y está enriquecida con proteínas vegetales, hidrata las fibras y las protege en el tiempo, para conseguir que las prendas no pierdan su forma y se deterioren con cada lavado.
Para darle un toque especial a tu ropa, te recomendamos utilizar detergentes específicos como Passione Bianco y Passione Nero, que reavivan el brillo del blanco y la profundidad de los colores negros y oscuros, combatiendo incluso las manchas más difíciles.
Pero recuerda: no necesariamente tenemos que tener un detergente para cada tipo de color: mixto, sólo negro, blanco, de color, etc. De hecho, con el detergente Biolindo es posible lavar prendas mezcladas en la misma lavadora, gracias a sus propiedades antitransferencia de color y a sus enzimas eficaces incluso contra las manchas más difíciles, incluso a bajas temperaturas.

No subestimes el poder del lavado adecuado

Ya que hablamos de temperaturas, pasemos a seleccionar el lavado adecuado para tu ropa.
Elegir el programa de lavado que mejor se adapte al tipo de ropa y al tipo de mancha que necesitamos tratar es el secreto para tener una ropa perfecta: si tu ropa está muy sucia lo mejor es elegir un programa más largo y a mayor temperatura, mientras que si Tienes para prendas delicadas, es preferible un ciclo corto a bajas temperaturas.
Lavamos a menudo ropa poco sucia, por lo que no hay que exagerar con la duración de los ciclos de lavado y las temperaturas: un ciclo de aproximadamente una hora asegura un lavado perfecto, que no desgasta excesivamente las fibras, mientras que los programas más largos sólo conviene reservar para tejidos con manchas especialmente difíciles, como los manteles (también existen ciclos especiales para tejidos concretos que tienen necesidades específicas, como la lana, y merece la pena aprovecharlos).
Entonces preste atención a las temperaturas: exponer las manchas a un calor excesivo durante el lavado corre el riesgo de fijarlas en los tejidos (por ejemplo, una mancha de sangre se elimina mejor a 20° que a 60°). Lo mismo ocurre con el planchado: ¡nunca, jamás planches una mancha!
Eso sí, antes de cargar tu lavadora, revisa siempre la etiqueta con las instrucciones de lavado de las prendas: algunos tejidos pueden requerir un determinado tipo de lavado o una temperatura máxima a respetar. ¡Es mejor hacer una pequeña comprobación antes de pulsar “iniciar”!

Suavizante y fragancia para la ropa: el toque extra que no puede faltar

Pero no olvidemos el toque extra de suavidad (y no sólo) para la colada: el suavizante.
Además de elegir una fragancia que te guste, es importante utilizar un producto de calidad, que proteja la ropa y no la apelmace. Nuestro Morbivel, disponible en cuatro fragancias diferentes, es un suavizante concentrado que, con sus activos regeneradores, renueva las esponjas y las prendas deshidratadas, facilitando el planchado. Además, su aroma también resiste la secadora, eliminando el olor a humedad de la ropa.
Y no creas que porque la secadora deja la ropa suave, el suavizante es inútil: la exposición al calor y al aire deshidrata las fibras, por lo que es fundamental nutrirlas y protegerlas.
Pero sin exagerar: poner más no significa mejor colada, sigue las indicaciones del bote y añade la cantidad justa de suavizante a tu colada.

Para un verdadero abrazo extra, el perfumista de lavandería es una joya que no debe perderse.
Ya sea añadido en el último lavado, como nuestras Gotas, o en forma de bolsitas perfumadas para armarios y cajones, el perfumista para ropa aporta a la ropa una fragancia delicada, pero duradera, que seguro no pasará desapercibida.

Tender y planchar de la manera correcta

Llegamos a los pasos finales de un lavado perfecto, que puede marcar la diferencia.
Al tender la ropa, tenga cuidado con la ubicación del tendedero en función de la ropa: es preferible una zona sombreada, para evitar que las prendas blancas amarilleen y las de colores pierdan color. Si quieres utilizar secadora, elige el programa más delicado según el tipo de tejido, para no dañar las fibras y mantener su forma. Para un efecto aún mejor, evita secar demasiado la ropa y déjala respirar un poco el aire, para eliminar la última humedad.
Por último, termina con estilo con un planchado perfecto: utiliza siempre la temperatura y cantidad de vapor adecuada al tipo de tejido que estás planchando, sin exagerar, y si puedes planchar las prendas del revés, para evitar brillar la fibra y dejar marcas de la superposición de las costuras.

Conclusión

Siguiendo estos pocos pero precisos consejos, tu ropa estará siempre perfecta y protegerás la belleza de tu ropa en cada lavado.
También porque, seamos sinceros: ¿qué hay más bonito que la sensación de una prenda aún cálida y perfumada sobre la piel?